Tras estudiar las diversas opciones teniendo en cuenta la coyuntura que vive el país en la actualidad, ocasionado por el coronavirus, y debido a que no se ha podido volver a la normalidad en materia económica, sobre todo autónomos y pymes.

El ejecutivo ha llevado a cabo un borrador que establece una mayor laxitud sobre todo pudiendo prorrogar los ERTE, vinculados al coronavirus hasta septiembre, de momento éste borrador de Decreto-Ley ha sido entregado a sindicatos y patronales, entre los cuales se ha generado controversia puesto que los agentes sociales solicitan que se lleven hasta finales de año. Además las prestaciones por desempleo asociadas a las mismas, se mantendrán hasta el 30 de septiembre, menos los fijos-discontinuos cuya aplicación se prolongará hasta el 31 de diciembre.

También en este borrador se han incluido otras cuestiones tales como despenalización de los despidos por causas objetivas, incrementando de 20 a 33 los días de indemnización por año trabajado.

Las empresas que se encuentren en ERTE deberán ir incorporando a su plantilla de nuevo los trabajadores que estaban suspendidos de empleo, y priorizarán la reducción de jornada a la suspensión temporal de contrato, no pudiendo implementar horas extras o realizar nuevos contratos hasta no haber sacado a todos sus trabajadores del ERTE.

Se recortará la exención de cuotas por parte de las empresas que se establecerá entre el 15% y el 60%, por los empleados que salgan de los ERTE, aunque esta cuota será inferior a la que se estableció para los que lo hicieran en mayo y junio, cuando los porcentajes oscilaban entre un 45% y 85% de la cuota empresarial. En cambio los trabajadores que sigan con la suspensión de sus contratos desde el 1 de julio la exención empresarial será de 35% en julio, el 25% en agosto y el 15% en septiembre, lo cual podrá variar si es una empresa de más de cincuenta trabajadores cuyos porcentajes oscilarán de un 20% en julio, un 10% en agosto y un 5% en septiembre; siendo esto aplicable al abono de la aportación empresarial y a las cuotas por recaudación conjunta.

Se prevé una prórroga del plan “Mecuida” , hasta el 30 de septiembre, para que los trabajadores por cuenta ajena que acrediten estar cuidando del cónyuge o asimilado, o parientes de hasta un segundo grado, podrán adaptar su jornada o reducirla siempre que el fin sea evitar la propagación del coronavirus, se entenderá que es necesario siempre que se necesite de dicho trabajador para el cuidado personal y directo o si persiste el cierre de centros educativos.

Todos los agentes sociales implicados, encuentran puntos de fricción en este borrador, por ello en el próximo pleno de ministros, se espera modifiquen dichos puntos para que el acuerdo salga adelante y salgan todos beneficiados, pues como bien dijo Ana Botín el otro día “los ERTES, sólo han servido para parar el primer golpe de la crisis, ahora toca lo más duro”.