Bien  es sabido que las relaciones de cualquier índole no siempre llegan a buen puerto, bien sea por una motivación u otra. Si esto pasa con frecuencia en las interpersonales, en las laborales en que se entremezcla lo personal, pues es en la empresa donde pasamos el grueso de nuestro reloj del día a día. Hoy hablamos de conflictos laborales ¿te ayudamos? contamos con expertos en asesoría laboral.

Un conflicto laboral se puede entender como una disputa entre miembros de una organización a causa de diferencias de opinión, percepción o problemas de relación, siendo el vínculo común el ámbito laboral, esto es algo genérico pues al final pueden surgir dichos conflictos entre compañeros, dirección o entre ésta y los trabajadores

Las características básicas de los conflictos laborales son principalmente tres:

  • Son inherentes al ser humano, puesto que no se puede pretender que siempre existan acuerdos entre las partes.
  • Son necesarios para el crecimiento y desarrollo personal y profesional tanto de la empresa como del trabajador.
  • Son peligrosos si no se gestionan de la manera adecuada, pues hay que gestionarlos a tiempo y de manera que no supongan riesgo para la empresa o los trabajadores.

Así podemos dividir los conflictos en:

  • Conflictos laborales iterpersonales: conflictos de un trabajador consigo mismo (sí, esto puede ocurrir) o con sus compañeros de trabajo.

  • Conflictos laborales intragrupales: disputas entre grupos o desavenencias entre diferentes partes de la empresa.

  • Conflictos laborales interorganizacionales: conflictos entre diferentes empresas u organizaciones.

  • Conflictos laborales colectivos: serían los más graves puesto que agrupan a un gran número de trabajadores que están disconformes con la dirección o rumbo de la empresa o sus métodos.

Hay que diferenciar los conflictos según su naturaleza, con el fin de abordarlos lo mejor posible:

-Falsos o verídicos: dependiendo de si existe origen o causa real o si son pura “creación” de una o varias personas, pero sin una base fundamentada.

  • Contingentes o desplazados: dependiendo de la gravedad o la fase en que se encuentre el problema a solucionar.

Esto a nivel empresarial significa que son funcionales, es decir buscan alcanzar un objetivo para la empresa y así mejorar alguna cuestión de la misma, o disfuncionales sólo generan pérdida de tiempo y dinero a la empresa, con lo que hay que erradicarlos, no solventarlos, al contrario que los anteriores.

Los conflictos laborales tienen fases:

  • Origen del conflicto laboral: en que se buscan las causas y razones del problema, es mejor captar el problema en esta fase, para darle una pronta solución y mejorar el funcionamiento de la empresa.
  • Escalada del conflicto laboral: aumenta la complejidad y por ende la solución del problema, aquí lo ideal sería recurrir a una mediación.
  • Crisis del conflicto laboral: el problema está enrocado y es más complejo salir del mismo sino se ponen especialistas en materia laboral que puedan resolver el problema con perspectiva; tratando de llegar a la subfase o fase final, a ser posible, de la negociación en que ambas partes han de poner lo necesario para solventar la problemática.
  • Resolución del conflicto laboral: ésta última fase debe hacerse con profesionales legales que velen por el interés de ambas partes con la finalidad de satisfacer por igual o en la medida de lo posible a ambas partes, sin perder el interés empresarial.

Por ello si notas que hay o puede haber en tu empresa un conflicto o está en ciernes es fundamental contactar con profesionales en la materia que velen por tus intereses. Desde hace años hacemos esta labor en nuestro despacho y debido a ello muchas empresas y trabajadores han crecido y madurado con nosotros desde un punto de vista objetivo y garantista, así pues no dudes en acudir a nosotros, pues “no dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy”.  ¿Necesitas una consultoría de empresa?